El “Campus Project” en 2016: Una campaña silenciosa en busca de la libertad de expresión en universidades norteamericanas
Tener una presencia en el campus universitario ha sido un proyecto ambicioso para nosotros en CODOH. Fue sin duda la principal tarea y objetivo de nuestro fundador, Bradley R. Smith, la de promover la libertad intelectual y libre investigación en las universidades estadounidenses, un lugar donde el tabú no debe ser más grande que las ideas ni la libre investigación puede ser castigada ni anulada bajo las reglas de la corrección política para no "ofender" las sensibilidades de un grupo "vulnerable", cuyos antepasados pudieron haber "sufrido", todo esto en tiempo pasado, lo que muchos capitalizan hoy ahora como la "monstruosidad única de los alemanes" durante la Segunda Guerra Mundial.
La libertad de expresión y la libre investigación son esenciales en cualquier democracia verdadera. Fundamental para el conocimiento. Y uno no puede despreciar ninguno de esos dos ideales para consolar a aquellos que podrían sentirse amenazados si el pasado tal como está representado es cuestionado e incluso desafiado.
Eso por sí mismo es razón suficiente para mantener la lucha por la libre investigación y la libertad de expresión en el campus universitario. Allí es donde los jóvenes estudiantes y profesores deben examinar abiertamente y de forma rutinaria esa parte de la historia conocida como el Holocausto.
El ¨Campus Project¨ como ya lo he descrito varias veces, es entonces la primera oportunidad para que los estudiantes y profesores salgan de su zona de confort donde aparentemente todas las preguntas posibles con respecto a un evento histórico muy complejo han sido contestadas de tal manera que ni siquiera se pueden plantear preguntas tanto menos responder. Ninguna investigación libre es necesaria. Tal vez ni siquiera pensar y recitar lo que viene en los libros de texto sea mejor.
El Holocausto en el campus universitario, como en otras partes, se ha convertido en un tema casi religioso en el que la cuestión principal no es si uno tiene o no tiene más preguntas sobre la narrativa del Holocausto en sí y sus complejidades e elementos imposibles o si el profesor que enseña la materia necesita un conocimiento más profundo de los libros de historia "permitidos" para tales discusiones, la verdadera pregunta es si crees o no. Si uno puede ser sujeto a un lavado el cerebro sin plantear ninguna resistencia, sin hacer ninguna pregunta que podría poner toda la narrativa ortodoxa en peligro. Si pueden negar su libertad intelectual e imponer su tabú sobre uno, en este caso muy particular, el estudiante.
Así que todo se ha convertido en una cuestión de fe. Fe que lo que les dicen los profesores con todo su material didáctico a la mano como son los testimonios de supervivientes tan convincentes (viejos con bondadosos rostros contando horribles historias, ¿por qué mentirían?) que, todo lo que se dice, debe ser verdad. Y por supuesto, hay que añadir los medios de comunicación, los museos y todas las películas que se han creado alrededor del Holocausto por lo que es tan fácil de creer y mucho más cómodo, pero ... es interesante cómo, a pesar de lo mucho que el negocio del ¨Shoah¨ sigue creciendo, también seguimos atrayendo más y más mentes jóvenes a nuestro lado. Jóvenes que llegan preguntarse si todo esto es tan posible como se cuenta. Y hay testimonios de aquellos que han encontrado nuestros anuncios, por ejemplo, en los periódicos universitarios.
Muchos no reaccionan justo en el momento de la exposición a un material que cuestiona la validez de la narración ortodoxa del Holocausto, pero la semilla se siembra. La duda y el impulso de conocer, esa " voluntad de saber" es parte de la naturaleza humana. Y parece funcionar a nuestro favor.
Así que el año pasado cambiamos nuestro ¨modus operandi¨ y hemos optado por una campaña sigilosa en el campus universitario... la paradoja es que nuestros anuncios son ahora mucho más grandes de lo que solíamos ser capaces de pasar a través de la cesura y no sólo han obtenido la aprobación de los periódicos estudiantiles para publicarse en la versión en línea de este y aquel periódico, pero hemos sido lo suficientemente visibles y a su vez hemos publicando anuncios en los campus de algunas de las universidades más importantes que tenemos en los Estados Unidos. Y estos anuncios no han sido suprimidos, en su mayor parte, y han concluido todo el período que hemos comprado para éstos.
Por supuesto, hemos encontrado resistencia en algunas universidades que son muy importantes y donde debemos tener cierta presencia y tenemos mucho más terreno que cubrir. También el rechazo de nuestros anuncios es más común aún que las aceptaciones.
Sí, hemos podido publicar anuncios; eso es algo bastante extraordinario de lo que solía suceder, y los que leen sobre esto por primera vez pueden no entender la situación en la que nos encontrábamos anteriormente, pero por lo general nuestros anuncios eran generalmente descubiertos por algunos académicos y / o se presentaban quejas al periódico estudiantil y esto hacía en la mayoría de los casos terminara la posibilidad de anunciar en tal periodo, también creaba un escándalo en medio de todo esto.
Esta "explosión" en el campus llamaba la atención sobre nuestra presencia allí y a veces este caos provocado lograba algunos intercambios "positivos" entre los que apoyaban la publicación de nuestro anuncio y los que luchaban por desaparecer tal anuncio quejándose para conseguirlo. Diferentes facciones en el campus, incluyendo profesores se involucraban, de modo que nos daba, de cierto modo, una radiografía interesante, de lo que se pensaba en tal campus universitario, de lo que pasaba cuando se desafiaba el tabú en ese campus. Por desgracia, eso ha estado sucediendo cada vez menos. Y como uno puede imaginar, después de todo lo descrito, volver con otro anuncio a ese campus sería casi imposible, al menos por un tiempo.
Es demasiado pronto para decir lo que sucede después en los campus donde hemos publicado anuncios repetidamente y nada ha sucedido. No hay quejas de la comunidad judía. Ni Hillel nos pisa los talones. Tampoco la ADL. No hay acoso aparente al personal del periódico por publicar nuestros anuncios.
Así que, aunque tengamos mucho más terreno por cubrir, debemos intentar nuevas formas de reinventar nuestro proyecto de campus, para llegar a más estudiantes, también para publicar anuncios en campus que nunca hemos estado antes, puedo decir con optimismo que estamos mejor que en los últimos años y si no es luz lo que veo al final del túnel, entonces debo tener una imaginación muy ávida o una gran esperanza de cambio.
Additional information about this document
Property | Value |
---|---|
Author(s): | Roberto Hernández |
Title: | El “Campus Project” en 2016: Una campaña silenciosa en busca de la libertad de expresión en universidades norteamericanas |
Sources: |
n/a
|
Contributions: |
n/a
|
Published: | 2017-02-08 |
First posted on CODOH: | Feb. 8, 2017, 6:48 a.m. |
Last revision: |
n/a
|
Comments: |
n/a
|
Appears In: | |
Mirrors: |
n/a
|
Download: |
n/a
|